es divertido no planificar
¡y vale siempre sorprenderse!...
pero a veces... ¡a veces no da gusto!
A veces nos subimos a una bicicleta
confiados y seguros del rumbo
hasta que algún palito
se mete en nuestra rueda
y ¡chacate! nos frena abruptamente.
Y nos cambia el rumbo, la velocidad,
y nos sentimos enojados, o desilucionados
pero bueno, puede pasar...
Lo importante es saber levantarse ileso
del imprevisto accidente,
agarrar con decisión y esperanza nuestra bici,
subirse ¡y comenzar de nuevo a andar!
mR
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